lunes, 19 de abril de 2010

TRABAJO: FAUVISMO


FAUVISMO

¿QUÉ FUE?
El fauvismo fue un movimiento pictórico francés de escasa duración. Se desarrolló entre 1904-1908 aproximadamente. La aportación principal de éste, una de las primeras vanguardias del siglo XX, fue la búsqueda de la capacidad expresiva del color.
El movimiento fauve reunía a un grupo de pintores que querían liberar al color de los condicionamientos derivados de la apariencia natural y de la percepción impresionista.

¿CÓMO FUE LA CARACTERÍSTICA DE LOS PINTORES Y QUIÉNES FUERON?
El Fauvismo no fue un movimiento conscientemente definido, careció de un manifiesto. Fue un mosaico de aportaciones en el que cada pintor acometía sus obras como una experiencia personal cargada de espontaneidad y de frescura. Les unió la actitud violenta con la que se enfrentaron a los convencionalismos de la época rechazando las reglas y los métodos racionales establecidos. Reaccionan contra el Impresionismo y contra la importancia que éstos habían dado a la luz a costa de la pérdida del color. Los fauvistas recibieron también una influencia del arte primitivo y el oriental. Otra característica destacada fue el interés de todos estos pintores por realizar cuadros decorativos que agradaran a quien los contemplara.
Los planteamientos violentos e impulsivos del fauvismo inicial se fueron disolviendo por la diversidad de opciones de cada uno de sus miembros: algunos mantuvieron temas de orientación impresionista, otros optaron por escenas amables de la vida campestre y urbana, etc.
El movimiento se fraguó en torno a Henri Matisse y sus integrantes fueron André Derain, Maurice de Vlaminick, Henri Manguin, Albert Marquet, Jean Puy y Emile Otón Friesz. En 1906 se unieron también George Braque y Raoul Dufy.

¿QÚE TÉCNICAS UTILIZABAN?
Estos artistas, que expusieron por primera vez en 1905 en el Salón del Otoño en París (en el cual, el crítico de arte Louis Vauxcelles tras contemplar las gamas cromáticas estridentes y agresivas de los trabajos expuestos les atribuyó el término "fauves", que en español significa fieras.), no constituían de un grupo homogéneo ni tampoco seguían una misma orientación teórica. Sólo tenían en común un uso violento y arbitrario del color, que empleaban puro y encendido, como vehículo de las propias emociones. Las sombras, asimismo, adquirieron tintes fuertes y contrastados, al aprovechar los integrantes del grupo el efecto de los colores complementarios entremezclados.
Los fauvistas creían que a través de los colores podían expresar sentimientos y este pensamiento condicionó su forma de pintar. No buscan la representación naturalista, sino realzar el valor del color en sí mismo. Por ello, rechazaron la paleta de tonos naturalistas empleada por los impresionistas a favor de los colores violentos para crear un mayor énfasis expresivo.
Emplearon una pincelada directa y vigorosa, con toques gruesos, sin mezclas, evitando matizar los colores. Las figuras resultan planas, lineales, encerradas en gruesas líneas de contorno. Sus creaciones respondían a un ejercicio de sintetización, buscan la máxima intensidad emocional combinada con la máxima simplificación de elementos. Por ello renuncian a la perspectiva clásica, al claroscuro y al modelado de los volúmenes. La luz tiende a desaparecer y con ella la profundidad. Sus temas son retratos, naturalezas muertas, personajes en interiores, paisajes hermosos.
• CARACTERÍSTICAS:

• El fundamento de este movimiento es el color liberado respecto al dibujo, exaltado de contrastes cromáticos. Los artistas fauves van a jugar con la teoría del color: ésta se va a basar, principalmente, en entender que colores son primarios, cuales son secundarios y cuales los complementarios. Al entender esto, se va a conseguir una complementariedad entre colores, lo que producirá un mayor contraste visual, una mayor fuerza cromática.
• En esta búsqueda tan marcada por el color, van a olvidarse otros aspectos como el modelado, el claroscuro, la perspectiva la va a traducir en el uso de toques rápidos, vigorosos, los trazos toscos y discontinuos, la distorsión, es decir, todo lo contrrio aquello que da la sensación de espontaneidad. Parece como si no supieran pintar, como si hicieran sus obras de cualquier manera.
• Otra característica de esta pintura es su intención de expresar sentimiento (algo que ya vimos en su momento con los Nabis). Esto es importante porque tendrá una percepción de la naturaleza y de lo que les rodea en función de sus sentimientos.
• El dibujo será un aspecto secundario para estos artistas, sin embargo, Matisse no se va a olvidar de él. También va a destacar un aspecto decorativo y líneas onduladas.
• Defienden una actitud rebelde, de transgredir las normas con respecto a la pintura. Buscan, en definitiva, algo diferente, que les haga avanzar en el ámbito artístico.


OBRA DE ARTE SIGNIFICATIVA: “La alegría de vivir” de Henri Matisse

En la Alegría de vivir (Bonheur de vivre), Henri Matisse, uno de los grandes coloristas del siglo xx, pinta una escena donde integra figuras desnudas con el entorno paisajístico, por medio de una ordenación magistral de líneas sinuosas y ondulantes. En un ambiente campestre, rebo-
sante de erotismo, aparecen personajes masculinos y femeninos en distintas posturas: unos bailan, otros se abrazan, mientras que algunos conversan amigablemente. Esta audaz obra es una verdadera escena pastoral, que nos remite al delicioso espíritu de la Arcadia, a una nostálgica "Edad de Oro".
Matisse es aquí fiel a los temas idílicos arcádicos que predominaron desde el Renacimiento, con Gior-gione, pero que sobre todo nos enlaza con obras de Poussin y de Ingres. Su mirada, como la de sus contemporáneos, se volvió hacia ciertos aspectos de la tradición y a las culturas primitivas y exóticas a través de las cuales podía expresar la armónica belleza de un mundo calmado, sereno y sensual.
No obstante, el motivo de la obra lo vincula directamente con Paul Cézanne, que en la última etapa de su trayectoria pictórica, entre 1890-1894, abordó en diversas ocasiones el tema de las bañistas; aunque, en el caso de la Alegría de vivir, las posturas que adquieren los cuerpos rebosan de una gran sensualidad. Los ritmos curvilíneos, la simplificación de la línea, la importancia del color y la supresión de los detalles que aparecen en esta obra son rasgos preeminentes en la producción artística de Matisse. Como fauve, el color es el protagonista de la obra. El punto de partida estaba en los colores de los pintores simbolistas, sobre todo de Gustave Moreau, pero usó la intensidad del color de los impresionistas y postimpresionistas para conseguir una mayor riqueza cromática y lumínica. Estos elementos los utilizó con fines simbólicos para así huir de la realidad y poder transmitir sensaciones.
Para Matisse todo cuadro había de estar regido por una "armonía", es decir un equilibrio entre los colores y las formas, las líneas y el cromatismo. La aplicación del color con pinceladas gruesas ayudaba a dar más expresividad sensual al ambiente.
El entusiasmo del artista por la pintura y el dibujo de desnudos parece haber adquirido su primer impulso importante en los estudios para la presente obra. Así, muchos de los tipos aparecidos aquí los desarrollará posteriormente en otras pinturas y esculturas. Es el caso de Desnudo azul, pintado a comienzos de 1907, que proviene de la figura central derecha de la Alegría de vivir.
La obra fue adquirida por Gertrude y Leo Stein, que durante muchos años fue bien conocida en la colección. Es posible que influyera en la realización de Las Señoritas de Aviñón, pues es seguro que Picasso la habría visto ya, fuera en el Salón de los Independientes, donde se expuso en 1906, o en la residencia de los mismos hermanos Stein. Fechada en 1905-1906 y con unas medidas de 174 X 238 cm, Alegría de vivir se conserva en la Fundación Barnes, Merion, de Pensilvania, y es una de las pinturas de figuras y paisaje más delicadas de la producción del artista.
SOCIEDAD:
El ambiente artístico de comienzos del siglo XX era repetitivo y monótono. El academicismo clásico burgués había adormecido el espíritu artístico, limitándose a reiterar hasta el infinito modelos, composiciones y estructuras compositivas, sin ningún tipo de innovación y avance. Era un arte políticamente correcto que a excepción de la irrupción del Impresionismo, se había asentado sin oposición en las clases pudientes de la sociedad industrial. Frente a ellos, una generación nueva de artistas, que empezando por el Fauvismo y el Expresionismo después, desarrollarán nuevos estilos pictóricos como el Surrealismo, el Cubismo, el Hiperrealismo, el Futurismo... No hace falta ser un lince para saber que todos terminan en el sufijo -ismo, creándose así una etiqueta para poder englobar dentro de ella esta exhuberancia artística.

PINTOR Henri Matisse:
Matisse descendía de una familia de comerciantes de cereales. Empezó a pintar en 1890, año en que abandona sus estudios de jurisprudencia. En París se inscribe en la Academia Julien y luego en la Academia de Bellas Artes digirida por Moreau, que proponía que no se copiaran las obras de modo mimético. En el Louvre frecuentó a los grandes maestros, e incluso llegó a copiar sus cuadros. Pronto puso en tela de juicio la noción de estricta imitación de la realidad. Matisse apuesta por la esencia y no tanto por la apariencia de realidad fotográfica.

Para él el color es el que da entidad a la pintura, el color puede desempeñar el papel de dibujo, de perspectiva, de sombra de volumen... . Observa que la vida es color y lo plasma en su pintura. La supresión de sombras y su sustitución por colores puros hace que la pintura brille más que nunca. Matisse dibuja con el color y lo distribuye en el espacio de modo que éste quede sugerido sin que se produzcan las deformaciones de la perspectiva.

El arte de Matisse es amable, de gran luminosidad, apacible, pero no por ello ingenuo, sino de gran virtuosismo e inteligencia. Sus ventanas se abren al silencio, y la luminosidad no provoca sombras, ni degradaciones, sino que se mantiene en un estado de plenitud y de serenidad que oculta el esfuerzo realizado. En sus obras vuelca la alegría de la meditación, exenta de inquietudes. Su obra es un resultado de orden, imaginación, disciplina y libertad.

Propone un arte calmado que reconforte al hombre fatigado, que lo serene. Su espíritu domina sobre la obra. Su arte es un camino hacia la profundidad de sí mismo, llegados a esta meta, descubrimos el silencio.

Matisse trabaja a base de amplias áreas de color, mostrándose con ello heredero de Gauguin. La pintura se hace presente a través del grumo y del empaste, sentimos la pintura como materia. La mancha plana de color provoca en nosotros un valor plástico y figurativo. Matisse construye sobre el color.

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